Qué es el reiki , energía universal
Todos intuimos la existencia de una Energía Universal que mueve nuestras vidas y nuestros mundos. Las culturas orientales lo tienen claro. Los chinos llaman a esta energía Chi, Qui o Ki. En ella están reunidas el ying y el yang (las dos fuerzas o polaridades que ellos encuentran en el universo).
Es una energía no física pero que anima todas las cosas vivientes. Esa energía de vida circula alrededor nuestro. Si nuestra energía de vida es pobre o hay algún tipo de bloqueo o restricción en su circulación, somos entonces más vulnerables a la enfermedad. Cuando esta energía es elevada y circula libremente, estamos libres de cualquier enfermedad. La función de esta energía es equilibrar todas nuestras emociones, nuestro cuerpo y nuestra vida espiritual.
Para los orientales, la enfermedad no es otra cosa que una disfunción de nuestro organismo ante el bloqueo del fluir de nuestra energía vital. Miedos, temores, ansiedades, pueden llegar a entorpecer el natural fluído de nuestra energía y producir las enfermedades. El Reiki pretende reconducir nuestra energía hacia su cauce natural y así curar tanto las enfermedades del cuerpo como las del alma. Este proceso de reequilibrio energético potencia y multiplica nuestras posibilidades de autorealización en este mundo, así como el desarrollo y el crecimiento espiritual. El Reiki nos lleva a estimular y reactivar los chakras, nuestra aura y cuerpos sutiles.
Reiki es considerado, además, un camino de evolución personal que implica la armonía con las fuerzas del universo. Se trata de emprender el sendero de nuestra propia libertad, que pasa por reconocernos a nosotros mismo, lo que nos llevará a adquirir seguridad e integridad en nuestro trato con otras personas. Este camino pretende desbloquear nuestra personalidad de presiones externa, eliminar los miedos e instalar la alegría. Es necesario dejar atrás las conductas rígidas y estar en disposición de crear vínculos nuevos y más saludables con las personas que nos rodean. Cuando dejamos fluir la energía vital por nuestros cuerpos, eliminamos los miedos y las tensiones, y, por tanto, estimulamos nuestro metabolismo a funcionar de manera natural y cargarmos nuestro organismo de nueva vitalidad.
Al entrar en una relación armónica con el ritmo cósmico, la Energía Universal transformará de manera positiva nuestras vidas, estimulando nuestro crecimiento personal. La meta a conseguir es alcanzar un grado de consciencia de nuestra libertad y de nuestras posibilidades que refuerce nuestra confianza en nosotros mismo para predisponernos positivamente a adquirir nuevas experiencias, medir nuestras fuezas, concebir nuevas ideas y trazar planes para el futuro.
Si bien Reiki es espiritual en su naturaleza, no forma parte de ningún tipo de creencia o religión. Aprender Reiki no pone condiciones. Es independiente. Reiki no pertenece a ninguna doctrina o creencia. Lo pueden tomar personas de distintas creencias, religiones, ideas filosóficas, etc… La energía vital no pertenece a nadie, solo pertenecería a Dios, si hubiera que designar un poseedor de ella . Con Reiki, eso sí, podemos afianzar nuestras convicciones y nuestra fe religiosa. Este método de ayuda no nos pide que creamos en él. Igualmente funciona. No requiere talentos o habilidades especiales. Es un método de armonización totalmente natural, como lo es el fluir de la vida.
Finalmente, decir que, para hacer uso del Reiki, es necesario una sintonización previamente con Reiki. De lo contrario, cualquier trabajo energético que estemos haciendo, lo estaríamos haciendo con nuestra propia energía y, no con la Energía Universal.
A través de los diferentes cursos de Reiki, aprenderás a hacer uso de esta energía y de los símbolos de reiki que son usados cuando se trabaja con Reiki.